Desde L’Esclop damos mucha importancia en nuestros espacios exteriores. Tenemos dos patios, uno para los alumnos de la guardería y el otro para los alumnos de parvulario. Los hemos diseñado y decorado con la intención que sea una extensión de las aulas, donde los niños puedan jugar y aprender en el momento.
El patio de la escuela cuna es muy colorido, tanto por la pintura de las paredes como por los colores de los elementos de juego. Hay varios espacios de juego con toboganes, coches, mecedoras… donde los niños y niñas pueden jugar, recrearse y moverse libremente. Uno de los elementos más característicos es el tren toca-toca, creado por nosotros, en que los alumnos pueden tocar todos los objetos que tienen diferentes texturas, colores y formas. De este modo estimulamos sus sentidos, su curiosidad y los procesos de descubrimiento.
El patio del parvulario cuenta con diferentes espacios adaptados a varios tipos de juegos. Tenemos una caseta elevada, amueblada y decorada con almohadas, juguetes, cuentos y mucho más. Es un espacio donde los niños y niñas pueden jugar, pero también tener un rato de tranquilidad. Para L’Esclop también es muy importante promover la actividad física y es por eso que tenemos columpios, toboganes y rampas en nuestro patio.
Uno de los rasgos más representativo de los dos patios son sus zonas verdes, puesto que queremos que nuestros alumnos se desarrollen en un espacio natural. Tenemos césped artificial, huertos, flores y un jardín con unas plantas que se enredan hacia arriba. Así, fomentamos el contacto y el respeto con la naturaleza, mientras tienen cuidado de todos estos elementos.
Para L’Esclop el patio es también una herramienta educativa, a la vez que divertida, que fomenta hábitos saludables y que favorece el correcto desarrollo de los niños.