SOBREVIVIR A LA ETAPA DEL NO A TODO DE TUS HIJOS
¡No quiero!, no me gusta!, ¡no pienso hacerlo!… y así ¡cada día!
Si tu hijo no sabe decir otra cosa que NO a todo el que le propones, ¡no desesperes!, no eres la única que tiene sus hijos en la época negacionista. Y se una parte fundamental en su crecimiento.
Hacia los 18 meses aproximadamente, suele empezar la época del NO a todo, y suele durar hasta los 4. Empiezan a ver que son personitas y que tienen opinión y aunque no razonan plenamente, ya saben que quieren y que no.
No tienen recursos cognitivos y emocionales suficientes y dicen que No cuando están cansados, tienen hambre o simplemente no les apetece, es la manera que tienen de expresar su desacuerdo y establecer límites.
¡No es nada personal!
No pienses que es un capricho o rebeldía, ni siquiera son capaces de ver cómo afectan a sus negativas en los demás, es la forma en que los niños tienen por:
– Fomentar su autonomía
– Afirmar su identidad e individualidad
¡Ya ves!, forma parte de su crecimiento como persona, y es transitorio, ¿estás más aliviado?
5 ideas para conseguir que esta etapa no sea un drama
Es una etapa realmente difícil para los padres y que suele volver a la preadolescencia, así que es mejor tomar distancia y crear unas normas para hacerlo todo un poco más fácil.
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Descubre que hay detrás del NO
Está bien que digan que No pero intenta hablar con él y descubrir que le pasa exactamente, quizás entonces verás que le pasa realmente y lo podrá solucionar.
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No te apuntes a los No de tus hijos
Mira cuántas veces dices tú también NO, e intenta no añadirte al carro del NO sin razonamiento ni explicación alguna.
Somos su espejo y aunque no se demos cuenta siempre nos están vigilando nuestras reacciones. Por ejemplo, intenta decir: ¿Puedes hablar más bajo? En lugar de, ¡No hables tan alto! Trate de hacer preguntas que no puedan contestar con un no, ¿Quieres un plátano o una manzana? ¿En lugar de qué fruta quieres?
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Respeta sus NO
Es cierto que a veces ya no podemos más, pero también es cierto que a veces realmente no quieren hacer algo y debemos empezar a respetar sus opiniones.
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Refuerza sus SÍ
Mantente cuidado cuando les diga y remarca tu alegría ¡Cómo me alegra que digas que sí! ¿Sí que quieres? ¡Genial! Y dale un abrazo o un beso, verá cómo se alegra y potenciará cambiar el No por un Sí.
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Enséñale a responder educadamente
Una manera para hacerles reflexionar sobre sus respuestas a veces algo rudas y mal educadas de esta época, consiste en bajar el tono enseñándoles otra forma de responder: ¿No quieres decir que quizás? ¿Es un No rotundo o puedo tener alguna esperanza?